“Cambios en México y Miriam Makeba en el Palau”

“Vaya haciendo cositas. Esas pequeñas satisfacciones. Haga lo que haga el mundo seguirá yendo mal.
El mundo siempre va mal. Siempre. Pero va.”
Josep M. Castellet
“Un economista madrileño dirigirá la lucha contra el crimen en México. [Es hijo del dueño del equipo Celta Vigo]”. Así cabecea y destaca el periódico El País en la entrada de la nota donde informa de los cambios en el gabinete del Presidente Felipe Calderón. Sabemos que el periodismo obedece también a leyes de mercado y audiencia, se trata de dar al lector lo que es de su interés y el de acá, para nuestro infortunio, se entera de lo que ocurre en nuestro terruño con noticias sobre cuerpos decapitados, cantantes gruperos ajusticiados, jefes de policía emboscados y/o coludidos con la delincuencia, habitaciones llenas de dinero. De los combates entre el ejército regular y el de los desertores que hoy defienden a los cárteles de la droga, de las balaceras en las calles de Can Cun, Acapulco y Tijuana. De igual manera el diario citado destaca, mirando hacia el graderío, que por las venas del nuevo Secretario de Gobernación corre sangre futbolera de la mejor liga española. Tendrá el flamante y jovencísimo número dos del país, 36 años, muchas más tareas que solo combatir el crimen: de entrada vencer y resistir el servilismo de nuestra clase política que desde ahora lo mira ya como un presidenciable y que ajenos a sus obligaciones de servicio, cifran esfuerzos en preparar copal e incienso. Afrontar de inmediato la explosiva situación del campo mexicano. Con los altos precios internacionales para los productos agrícolas sería para mirarlo como la gran oportunidad pero no es así, años de perversión estructural y paternalismo en el trato al campesino lo convirtieron en el esperpento que hoy pasa factura. Sexenio tras sexenio se minó la dignidad de millones de ciudadanos productivos a punta de mantas, matracas, tortas, prebendas y dádivas a sus líderes. No hubo capacitación, ni se modernizaron los procesos productivos, el ejidatario perdió la voz que no fuera la de un rebaño acarreado en cuotas a mítines políticos. ¿Como levantar ahora una industria que plante cara a la competencia? También de lamentar que el nombramiento esté provocando esa actitud xenófoba que descalifica a la persona por su lugar de nacimiento o, peor, que advierte con la contundencia propia de los ayatolas la futura traición a la patria por lo mismo. Poco importa si es nacido en Madrid y nacionalizado mexicano, el señor Mouriño recibe un nombramiento y a pesar de las voces destempladas se quedara con esa oficina desmantelada por años de vicios y sevicia, rematada en el abúlico paréntesis que abrió la pequeñez de miras de los que le antecedieron. Con ella, o con lo que de ella quede, tendrá que dar respuesta no solo al crimen organizado, pero rendir cuentas a un país harto de engaños, harto de mirar como sus políticos hacen de la nación su caja chica, harto de la injusticia, harto de la impunidad, harto de vivir con miedo y harto de cancelar una y otra vez la esperanza de alcanzar el lugar con el que aún muchos mexicanos soñamos.
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Mi amiga Montse, siempre tan atenta a lo que ocurre en México, sacó el otro día en la reunión mensual de los amigos dos temas: la sentencia del Tribunal Superior de Justicia en relación el “gober precioso” y un asunto en el Congreso de Nuevo León. “Les tengo dos perlas del planeta del mexicano”, así fue que comenzó la charla cuando se descorchaba la segunda ronda de cava. Conocedor de sus puyas me puse en guardia. El asunto del gobernador de Puebla era un tema que para mi sorpresa ya todos conocían y con detalle. Cuando en estas reuniones hablamos de corrupción siempre hay uno entre los asistentes con el amable comentario de “eso acá también ocurre”, esta vez nadie dijo nada y es que para el catalán de la calle confiar en sus leyes es más que un credo y, aunque pueden criticar duramente a sus dirigentes, no se les ocurriría poner en duda la sentencia dictada por un tribunal supremo. Asombro les causó también el hecho que al día siguiente de hacerse público el dictamen, un grupo de ciudadanos hubiera lapidado con huevos podridos el edificio del mentado tribunal y que el gobierno, en una clara aceptación de lo que se le acusaba, no hubiera ejercido acción penal en contra de aquellos.
Para rematar la Montse comentó la decisión tomada en el congreso del progresista y moderno estado norteño de Nuevo León, de no considerar delito el conducir en estado de ebriedad y como mi amiga se informa bien, nos puso al tanto que las sanciones anuladas eran de 2 a 6 años de cárcel, mismas que, como sabemos, pueden ser canjeadas por libertad condicional. Ahora los infractores serán sujetos solo de sanciones administrativas. En nuestro país aumenta cada día el número de muertos en accidentes donde uno o los dos conductores están ebrios o drogados o las dos cosas, y nosotros preguntamos hasta cuando se va a legislar para detener la tragedia que enluta miles de familias cada año.
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Corría el año de 1968, hace 40, cuando dio inicio la construcción de la autopista México-Querétaro, “La Súper”. Desde entonces puedo asegurar que las obras en dicha carretera se han mantenido ininterrumpidamente, hoy el gobierno ofrece que la terminará en Abril de este año…
También en aquellos días Los Panteras Negras hacían su aparición en los Estados Unidos, la esposa de Stokely Carmichel, su líder, era Miriam Makeba, la cantante africana que inmortalizó ese canto lúdico del “Pata Pata” que invita a bailar a gozar la vida y al “Toca Toca”, pues bien, esta semana me fui al Palau de la Música Catalana al concierto de la Makeba. A sus 75 años con un ancore a capella atronando en la sala, dijo adiós a un público puesto de pié y con lágrimas en los ojos, la Montse y yo incluidos.